Cada vez que consigues un objetivo que te habías marcado te sientes bien. Creo que está bien tener metas y sueños, aunque luego puede pasar de todo y tampoco hay que frustrarse demasiado porque algo no salga como querías. Al final todos pasamos por éxitos y fracasos, hay que disfrutar de los primeros e intentar no llevarte muy mal rato por los segundos.
Estoy contento y satisfecho de las cosas que he hecho hasta la fecha y de como he participado en los proyectos en las empresas en las que he trabajado. El hecho de estar trabajando todos los días nos hace a veces perder perspectiva. Por ejemplo hace años trabajé en sistemas de telefonía móvil, uno tras otro, desde el analógico TACS/AMPS, GSM, GPRS, UMTS HSDPA, … El hecho de cambiar de sistema cada dos años no daba la sensación de cambio brusco, es un logro gradual que solo se analiza con una perspectiva.
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